Cuando los miembros del Departamento de Bomberos de Belmont en Carolina del Sur (USA) salvaron a un gato enfermo no sabían en realidad que eran ellos quienes estaban siendo rescatados del tedio y el estrés. Esta inusual historia de un gato bombero se .

El l ingeniero de la estación, Jordan Lide, de 26 años, fue quien escuchó los maullidos de un gato en el exterior del local de bomberos. Detrás de unos arbustos lo pudo ver: pequeño, desnutrido, enfermo y receloso. Poco a poco ganó su confianza y lo primero que hizo fue alimentarlo con pollo frito.

Lo dejó dentro de la estación y al día siguiente el gato seguía allí. Desde entonces no los abandonó nunca. El siguiente paso en esta travesía de nueva convivencia fue darle un nombre y ninguno mejor que “Flame”. El día a día de los bomberos cambió en ese momento.

Le crearon una cuenta de Instagram que tiene mucho éxito debido a que muestra la verdadera e importante función de Flame: ayuda a los bomberos a relajarse, quitarse el estrés, distraerse de las duras jornadas atendiendo emergencia en la ciudad.

“Volvemos, nos sentamos para recobrar aliento y él [Flame] viene, antes que te des cuenta, estamos acariciándolo, sosteniéndolo o jugando con él”, cuenta Jordan.

Los nueve bomberos de la estación y los más de 50 voluntarios participan en el cuidado de Flame, han pagados sus vacunas, sus visitas al veterinario y la compra de implementos como cama o juguetes. La de Flame tiene hasta el momento más de 19 mil seguidores.

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