Ichimi, un tierno gatito, fue rechazado y abandonado por su propia madre luego de darle vida. Sin embargo, encontró una inusual compañía que hoy lo hace sentir en familia.

Con pocas posibilidades de sobrevivir, el pequeño gatito fue puesto en un hogar, donde fue adoptado por una familia que ya tenía como mascota a un simpático golden retriever llamado Ponzu.

Según manifestaron sus dueños, Ponzu se hizo cargo de inmediato de Ichimi.

“Luego de perder su gatito adoptivo anterior él quedó con el corazón roto. Luego, encontró a Ichimi quien estaba desesperado por amor”, dijo la familia.

“Los dos inmediatamente se hicieron amigos y ahora Ponzu es muy protector de este gatito que nunca sale de su vista”, agregó.

Todos conocen que históricamente ha existido una rivalidad entre perros y gatos, pero estos amigos rompieron con todos los esquemas.

Fuente: 24horas.cl