Un elefante de un zoo de Corea del Sur aprendió a imitar el habla humano y posee un vocabulario de varias palabras.

Koshik, un elefante asiático macho del Zoo Everland de Yongin, una ciudad al sur de Seúl, saluda a los periodistas “diciéndoles” choah (bueno) y nuo (acostarse).

También puede reproducir los sonidos annyong (él), anja (sentarse) y aniya (no), según un equipo de científicos de Corea del Sur y Europa que estudia su vocalización.

Los elefantes no pueden utilizar sus labios para emitir sonidos como lo hacen los humanos, ya que sus labios superiores están unidos a su nariz para formar la trompa.

Pero Koshik pronuncia palabras enrollando su trompa y colocándola dentro de la boca. Después, sitúa la punta de la trompa sobre su lengua o en el paladar para crear diferentes sonidos.

Los investigadores no están completamente seguros de cómo Koshik adquirió esta habilidad, pero creen que pudo aprender las palabras de su entrenador Kim Jong-Gap.