Unas 64 familias, además de pescadores artesanales, taxistas y hasta los propios turistas, se han quedado sin acceso a una urbanización en el balneario de Punta Sal, en Tumbes.

Según el diario ‘Correo’, la anterior gestión del gobierno regional de Tumbes vendió unos terrenos a la empresa internacional Blue Marlin Beach Club S.A. (Hotel Decameron), dentro de los cuales se incluía la carretera de ingreso al concurrido balneario.

Este hecho ha generado la protesta de la población de Canoas, que incluso presentó un documento dirigido al actual presidente regional, Gerardo Viñas, para que intervenga a fin de recuperar esta vía pública de ingreso a las playas de Punta Sal (a la altura del kilómetro 1190 de la Panamericana Norte).

Esta vía permanece actualmente cerrada por el personal de seguridad de Decameron desde noviembre del año pasado.