Hoy en día la mayoría de empresas buscan una persona no solo con la formación necesaria, sino también con gran Inteligencia Emocional, ya que esta describe a una persona socialmente hábil, con capacidades de liderazgo, proactivo y comunicativo.

Sin embargo, el rechazo durante la búsqueda de empleo provoca un sentimiento de frustración y angustia en las personas desempleadas, lo que deteriora su autoestima.

Según el portal perfil.com.pe en los centros de trabajo la baja autoestima ha generado una disminución en la producción y en la calidad de los servicios o productos que presentan.

Una persona con baja autoestima observa de forma negativa las cosas, lo que los lleva a sentirse insatisfechos consigo mismos, dificultando su toma decisiones e impidiendo que se atrevan a enfrentar retos o situaciones nuevas por el temor que sienten frente a ellas.