Ana Luisa Luzmila Barrantes Carulla de Flores (51) se quitó la vida tomando veneno. Además, de inferirse 12 heridas en el pecho y el estómago con un filudo cuchillo, en su casa de San Isidro.

De acuerdo a las pericias de Criminalística, la mujer se autoeliminó descartando la versión de un asesinato.

“La empresaria se suicidó en el jardín interior de su casa. Todo indica que su muerte se produjo por asfixia e intoxicación química causada por la ingesta de veneno. En el estómago se le encontró restos de ácido carbámico que se usa en los raticidas”, dijo uno de los peritos.

Por otro lado, se detalló que Lorena Flores Barrantes, una de las hijas de la occisa, halló un mensaje escrito en un papel que decía: “Perdónenme hijitas, las adoro. Siempre estén juntas, quiéranse mucho”.

Los agentes compararon la letra con la agenda de la empresaria y eran similares.

Se supo que su hija presentaba una herida en el tobillo del pie derecho, que se hizo con el cuchillo que estaba tirado en el jardín. El esposo de la occisa dijo, a la Policía, que ella no seguía ningún tratamiento médico.

Fuente: Trome