En cuestión de horas padeció terribles punzadas en un lado de la cara y comenzó a escuchar sonidos extraños en su cabeza. A la mañana siguiente se despertó con una almohada empapada con una sustancia purulenta proveniente de su oído.

Según el ‘Daily Mail’, los médicos del Royal Derby Hospital pensaban que tenía una infección en el oído, pero al examinar a fondo hallaron que una mosca había puesto huevos en la oreja, enterrados 12 mm en el conducto auditivo.

Por suerte, no se habían extendido al cerebro. Los cirujanos extrajeron los gusanos carnívoros y Rochelle se recuperó por completo. Su caso fue abordado en un documental de Discovery Channel titulado “Bugs, Bites and Parasites”.