Con un peso de siete kilos, Ulric se ha convertido en el gato más gordo de Gran Bretaña, tanto así que es tan pesado como un niño de tres años.

Pero Ulric acaba de ser puesto a dieta por su propietaria, la señora Mitchel, una secretaria jubilada de 68 años de edad, pues los veterinarios le diagnosticaron obesidad mórbida por por duplicar su peso.

¿Cómo es que este minino se volvió rechoncho? Pues resulta que se pasó años robándole la comida a su hermana Ulla.

Por tal razón, la mujer tuvo que cambiar de lugar el tazón de comida de Ulla, ahora está sobre la cocina, único lugar al que no puede acceder Ulric, pues no puede saltar debido a su peso.

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