El éxito le sonreía desde el 2002 a la empresaria peruana Marianella Valera (40), año en el que fundó su primera empresa, “American Therapeutic Corporation” (ATC), dedicada a brindar servicios de salud mental a pacientes. ATC fue creada en sociedad con Virna Chávez y Gignac Douglas.

Luego crearía en el 2006 “Clearview Estates LLC”, empresa en donde se dedicaba a vender y comprar costosísimas propiedades junto a Judith Negrón, su amiga y cómplice residente en Miami, Florida. La justicia norteamericana ha concluido que esta firma solo era la fachada que Valera usaba para lavar los millones que robaba al gobierno de ese país. Es más, ella misma lo confesó durante el juicio.

Más compañías de fachada

Paralelamente también en el 2006, la mujer constituyó la compañía “Family Assessment Center and Education Services INC”, especializada en consultoría familiar para niños y adultos enfermos. Todo un negocio redondo, informó el diario La República.

Según el registro de empresas del Departamento de Estado de Florida, todas estas compañías fueron dadas de baja, a excepción de la segunda “American Therapeutic Corporation” (ATC), creada el 2007 y con la cual estafó a diestra y siniestra al sistema de salud de Estados Unidos por US$ 205 millones.

ATC aún permanece activa y el último reporte anual fue presentado el 12 de febrero del 2010, ocho meses antes que la peruana fuera arrestada (y condenada a 35 años de cárcel) junto a su pareja y socio, Lawrence Duran, esposo de Carmen Durán y padre de Kenia Durán Ramírez, ahora sentenciado a 50 años de cárcel por estafa.

El Departamento de Justicia de Florida señala que Duran y Valera operaban a través de una cadena de siete clínicas de salud mental en el sur de la Florida y Orlando. Allí operaban supuestos programas de hospitalización parcial (PHPs) en los que los pacientes recibían tratamientos, terapias y medicamentos que no necesitaban. Todo con tal de cobrar por los servicios prestados al sistema de salud.