Ángel Quesquén, Ronaldo Laureano y Bernabé Sánchez tienen en común haber alcanzado los primeros puertos en el examen de admisión de la Universidad Nacional de Ingeniería () luego de largas horas de estudio, pocas de sueño, ninguna de diversión y haber contado con el apoyo de sus padres.

Ángel tiene 17 años y obtuvo el máximo puntaje entre 978 estudiantes que ingresaron en el reciente examen de admisión 2017-II. Quiere ser ingeniero civil y dedicar sus oficios a la construcción de vías para unir los pueblos amazónicos, tan alejados de las ciudades, dice.

En cambio, Ronaldo (16) ocupó el segundo puesto y es uno de los 34 jóvenes de esa edad que aprobaron las pruebas para formarse en esa casa de estudios. Su deseo es aplicar la ingeniería mecatrónica en la modernización de los procesos de industrialización.

Mientras que Bernabé, natural de Cajamarca, obtuvo el tercer puesto. Si bien ahora tiene 17 años, fue consciente desde niño de su pasión por las matemáticas, y no fue extraño para él terminar la escuela y decidir postular a la , “por ser la mejor en ciencias”.

En esta segunda convocatoria postularon a la 5,042 estudiantes, de los cuales ingresaron 824 hombres y 154 mujeres. Lima, Junín, Callao y Ancash son las ciudades con más número de ingresantes.

La universidad le dio la bienvenida a los ingresantes en una ceremonia realizada hoy en el Gran Teatro de la , donde los primeros puestos de cada facultad recibieron laptos, impresoras, así como becas de estudio.

Contra lo que se puede suponer, los tres comunican con alegría su experiencia y coinciden en admitir que, para lograrlo, tuvieron que esforzarse mucho, dejar de ver a sus amigos, dormir pocas horas y, en el caso de Bernabé, dejar los juegos por Internet y las Redes Sociales que le ocupaban como cuatro horas al día.

Apoyo incondicional

Pero si algo comparten, hasta con lágrimas en los ojos, es el apoyo de sus padres. Sus palabras de aliento, su compañía, las comidas calientes en la noche y su ejemplo. Aspectos que valoraron en sus progenitores durante todo el tiempo que se prepararon.

Ángel ingresó a la segunda, Ronaldo y Bernabé a la primera y confiesan que, al terminar su carrera, postularán a maestrías y doctorados fuera del país, para luego retornar y dar lo mejor de sí para que el Perú desarrolle y prospere.

Solo Bernabé, el joven cajamarquino, manifestó su deseo de ser profesor de secundaria antes de viajar a otro país para estudiar. “Es una manera de devolver lo que un profesor hizo por mí, él orientó mi pasión por los números”.

Fuente: Andina

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