Un chihuahua de 8 años y un solo ojo hizo mejorar el estado de salud de su dueño James Wathen, de 73 años, un enfermo terminal.

El hombre llevaba días sin comer y solo hablaba en susurros, pero cuando comentó a las enfermeras del Baptist Health Corbin, en Kentucky, su deseo de volver a compartir con su perro Bubba, ellas idearon un plan para devolverle la vitalidad.

Decididas a encontrarlo, descubrieron por llamadas telefónicas que el perro fue llevado a un refugio de animales y estaba siendo cuidado por una familia de acogida. Finalmente, y saltándose todas las normas del recinto hospitalario, los reunieron en la habitación del enfermo.

“El perro estaba tan triste al principio. Le traíamos envuelto en una manta para niños y estaba temblando. A unos 20 pasos de la habitación de James, subió la cabeza y su ojo empezó a brillar. Parecía otro”, comentó Mary-Ann Smyth, empleada del refugio de mascotas.

El encuentro tuvo sorprendentes consecuencias, ya que tanto James como Bubba presentaron increíbles mejorías desde que se han vuelto a ver. Ahora, ambos comen y beben con normalidad.

Mientras continúa en recuperación, se espera que Bubba pueda visitar regularmente a su dueño. Además, el hospital ya planea implementar una nueva política que admita la visita de mascotas.

Fuente: 24horas.cl