El rescate tuvo lugar en Xuxhou, un poblado de la provincia de Jiangsu, en el este de China.

Al ser detenido, el conductor de un camión que le aseguró a la Policía que transportaba conejos, pero se encontró con otro panorama.

“Cuando le pedimos que descubra la carga, quedamos shockeados al encontrar un cargamento completo de gatos vivos”, explicó el oficial de policía Sun Hai, uno de los policías.

Junto a su compañero de patrulla, llamaron a los voluntarios de protección animal de la ciudad, que rápidamente se hicieron presentes en el lugar.

Los gatos se encontraban en mal estado, todos ellos hambrientos, sedientos y hacinados en las pequeñas jaulas donde estaban encerrados en grupos.

Muchos habían sido envueltos en bolsas de arpillera que trataban de romper con sus uñas para poder tomar aire del exterior.

Según el informe del Daily Mail, los dueños de la carga se negaron a revelar de dónde venían los gatos y recién después de siete horas de negociaciones aceptaron dejar a los animales en manos de los veterinarios.

Pero también en Inglaterra se comercializa de manera ilegal la carne de animales que no son habituales en los almuerzos y cenas. Entre ellas, las “ratas gigantes de Ghana”, que, en secreto, se venden en la mismísima Londres.