Por ahora, es algo así como un pueblo fantasma de lujo. La idea de los constructores era atender a la clase emergente de esa sociedad, nuevos ricos a los que les va bien en los negocios y, como no pueden invertir en el extranjero por ley, lo hacen en el país.

Pero, en esta oportunidad no hubo suerte para llenar las casas. Las grandes inversiones inmobiliarias en China ha provocado la aparición de este fenómeno de “ciudades fantasmas” en diversas regiones del gigante asiático.

Se trata de nuevas megaconstrucciones que aparecen casi de un mes para otro, y que apenas registran actividad humana. Mientras tanto, Beihai, que no concitó ningún interés de los empresarios, presenta una imagen desoladora.

Beihai es una de las ciudades que formó parte de la burbuja inmobiliaria de los años 90’ en China. Se ubica en la región autónoma de Guangxi Zhuang, al sur de ese país asiático.