Travers Beynon , quien ahora se hace llamar “Candyman”, es un millonario que gusta de las desenfrenadas fiestas, donde hay mucho alcohol, fajos de dinero por todos lados y, por supuesto, voluptuosas mujeres en bikinis. Sin embargo, su estilo de vida y apariencia no siempre fueron así. ¿Qué sucedió?

Una compañera de escuela recuerda a Beynon como un “poco alborotador” y que de vez en cuando solía meterse en problemas, pero nada fuera de lo común. Heredero de una fortuna desde muy joven se dedicó al fútbol australiano, pero no pudo seguir una carrera profesional debido a una lesión en la espalda.

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Terminada su aspiración deportiva, probó suerte en el mundo del modelaje con evidente éxito. Su transformación física fue evidente, recuerda uno de sus familiares. Esto le valió labrar una gran carrera modelando en Australia, Estados Unidos y Europa. Este fue el comienzo de una vida marcada por los excesos.

Se casó por primera vez con la modelo venezolana y Miss Mundo Ninibeth Beatriz Jiménez Leal. Su estilo de vida le ha traído problemas con los familiares de su segunda esposa, Taesha Appleby, quienes desaprueban sus desenfrenadas fiestas y el trato que tiene hacia las mujeres, que se evidencia en las fotos que cuelga en su cuenta de Instagram.

Sin embargo, Travers Beynon ha declarado que más allá de las fiestas más importante es su familia. Lo de “Candyman” sería solo una “marca” que ha construido para promocionarse y seguir ganando dinero con sus empresas.

Fuente: Daily Mail.