El Sensis Condoms, un condón para borrachos, es la creación de Beau Thompson, un arquitecto estadounidense experto en construcciones, quien se inspiró en una noche de juerga propia donde los vapores del alcohol lo habían “enceguecido” en el momento menos esperado.

“Quise ponerme el preservativo pero no veía nada. Traté de abrir un poco la ventana para aprovechar la luz de la calle pero no se veía bien. No sé si era por el alcohol que tomé o por la falta de luz. Fue entonces cuando empecé a darle vueltas a la idea”, dijo su creador.

Tras seis meses de madurar la idea, el nuevo modelo estuvo listo seis meses después.

El profiláctico se diferencia del común por las dos tiras de goma que están unidas a los extremos del látex. Éstas se tiran hacia abajo, desplazando de manera rápida y efectiva la superficie de la goma hasta su ubicación final.

“Llevo toda la vida trabajando en la construcción y mis conocimientos en arquitectura me ayudaron a idear las tiras que hacen que el preservativo baje de una forma más rápida y sencilla”, aseguró Thompson.

Según el Diario Uno de Argentina, Sensis Condoms ya se consigue en algunas tiendas de Estados Unidos, donde aseguran que la gente los prefiere por su rapidez y eficiencia, a pesar de su dispar éxito de ventas hasta el momento.