Sí, porque luego de un estudio que conllevó a realizar varios experimentos realizado en 1957 por la Administración Federal de la Defensa Civil norteamericana, se llegó a la conclusión que la cerveza no se vería afectada por la radiación de una bomba atómica.

Según recoge el medio ABC.es, la bebida de cebada fermentada resiste a una liberación de energía entre 20 y 30 kilotones de explosivo nuclear.

El estudio informado por el historiados Alex Wellerstein en su blog “The Nuclear Secrecy Blog”, determinó también que el sabor de la cerveza no cambia después de la exposición a la radiación.

Fuente: La Patilla