En la frontera con Ecuador la Compañía de Desminado Humanitario 116 del Ejército tiene la tarea de quitar las minas antipersonas que se instalaron durante la guerra con el país del norte.

Este peligroso trabajo ocasionó que el pasado 24 de setiembre el suboficial Willy Travezaño pise una mina y pierda las piernas. “Si me permite el Estado volveré a desminar con piernas biónicas”, mencionó el suboficial.

El equipo de desminado utiliza detectores que ubican metales a una profundidad de 20 y 30 centímetros. Luego uno de los miembros del Ejército tendrá que sacar el explosivo muy cuidadosamente. Al final del día, todas las minas serán incineradas.

En lo que va del año, 10 mil metros cuadrados se han liberado de minas antipersonas. El costo de esta actividad es asumida por el Estado desde este año. Anteriormente lo asumía la Organización de las Naciones Unidas.

Fuente: América Televisión.