El pasado 13 de abril, cuando Rosario Ponce, expareja del desaparecido Ciro Castillo, fue rescatada en la zona de Peigh, en el Valle del Colca, dio un dato revelador a María Teresa Pillco, personal de Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF).

“Sé dónde está Ciro, tiene un brazo y una pierna fracturados, yo puedo dirigirte hasta donde está él”, le dijo Rosario a la bombero, según la manifestación dada por la rescatista a la Fiscalía, reveló el diario ‘Perú.21’

Varios días después, la propia madre de Rosario, Carmen López, se comunicó con la mujer bombero para repetirle lo que le había dicho su hija. Ella insistió en que su hija podía indicar dónde estaba Ciro y que se hallaba mal herido, declaró la rescatista al fiscal.

Por su parte, Ciro Castillo Rojo Salas, padre de Ciro, quien no tenía conocimiento de esta declaración, al enterarse no pudo evitar estremecerse. “Entonces, mi hijo estaba vivo, pudimos haberlo rescatado”, dijo al pie de la montaña, cuando enviaba provisiones a la comitiva que seguía la diligencia en el cerro Bomboya.

ROSARIO CAMBIÓ SU VERSIÓN

Sin embargo, esa versión fue cambiada después por la joven universitaria, quien aseguró que la última vez que vio a Ciro fue en la madrugada del 5 de abril, cuando este le dijo que se iría a ver las luces de Tapay.

La declaración de María Teresa Pillco, en la que narra la revelación que le hizo Rosario, es parte del expediente secreto del fiscal Jean Frank Zegarra, quien dirige la investigación del caso. Sin embargo, la propia Pillco le confirmó esta versión al diario, durante la diligencia fiscal llevada a cabo en el Bomboya.

Según fuentes de ‘Perú.21’, en el interrogatorio del último lunes, el fiscal Zegarra le preguntó a Rosario: “¿Usted le dijo a la señorita María Teresa Pillco, de Bomberos Unidos Sin Fronteras, que sabía dónde estaba Ciro y que estaba con el brazo y una pierna fracturados?”. Ella se puso nerviosa y, por unos segundos, no supo qué responder. “Esa es su versión (de la bombera). Yo no recuerdo haber dicho eso”, dijo.