Más de 200 manifestantes y facinerosos encubiertos, con arengas y gritos en contra del parlamentario, atacaron violentamente su vivienda lanzando piedras, huevos y otros objetos.

Acto seguido, los desadaptados procedieron a retirarse del lugar, amedrentando a comerciantes y ambulantes que se encontraban por inmediaciones del mercado de Laykakota.

Según fuentes oficiales, varios de los principales incitadores estarían siendo identificados por efectivos de la Oficina de Inteligencia y del Departamento de Seguridad del Estado de la Policía.

Portugal mostró su indignación frente a estos hechos y anunció que interpondrá la denuncia penal correspondiente ante las autoridades para identificar a los autores y exigir la máxima sanción.