No se arrepiente de nada. Pese a que asesinó a su esposo a cuchilladas, Irma Meléndez no mostró arrepentimiento alguno.
Esta mujer tomó la decisión, luego de que su esposo, Alvarito Mongragón, la descubriera, en su propia casa, con su amante.
Al parecer, ella no habría soportado los reclamos y decidió asestarle cinco cuchilladas en la cabeza. Aún agonizante, Mondragón trató de huir pero fue interceptado por su cuñado, un minusválido que lo remató a golpes.