Cuando el doctor Ciro Castillo Rojo Salas presenció la necropsia de su hijo, vio dos cosas extrañas que le hicieron sospechar que no murió por un accidente: Un hematoma debajo del mentón y el hecho de que tenía los dientes completos.

“Ese golpe en la mandíbula es pre mórtem (se produjo antes de morir). Lo sé porque he estado en muchas necropsias. Además, en los fallecimientos por caídas es común que se rompan los dientes”, aseguró al diario ‘Perú.21’ el médico, insistiendo en la versión de que a su hijo lo asesinaron.

Junto con su abogado, Juan de Dios Medina, el padre del estudiante que fue hallado muerto en un desfiladero del cerro Bomboya manifestó que, aun si la fiscal concluyera que la muerte de Ciro fue accidental, ellos insistirán en la tesis del homicidio. Adelantaron que, de dictarse el archivamiento del caso, interpondrían un requerimiento de elevación (apelarán a una instancia superior).

No obstante, la ampliación de la investigación ordenada por la fiscal María del Rosario Lozada fue tomada positivamente por la familia Castillo Rojo, cuyos miembros interpretan que la representante del Ministerio Público no quiere dejar cabos sueltos antes de dar su veredicto.