Era el final de la rutina para un taxista. En una calle céntrica de la provincia de Nazca, contaba el dinero recaudado durante el día, sin percatarse que era observado por tres delincuentes.

Los malhechores rodean el vehículo y uno de ellos se abalanza sobre la puerta del conductor, la abre y coge del cuello al chofer, logrando sacarlo del vehículo.

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Uno de los delincuentes toma el volante, mientras que otro sube como copiloto y un tercero huye de la escena. Sin embargo, en el momento en que inician la huida, el propietario del vehículo se aferra a su auto y agarrándose de la puerta es arrastrado por más de cien metros.

Dos delincuentes desde el interior, le golpean para que caigan, pero el chofer permanece prendido del vehículo. Finalmente no soporta los golpes y cae sobre el pavimento, mientras que los ladrones se pierden en las calles contiguas.

Sin embargo, luego son intervenidos por policías y agentes de serenazgo. Solo fue capturado el que conducía. El copiloto y el acompañante huyeron.