Participaban con mucho fervor en la procesión religiosa del Señor de Luren por Semana Santa, cuando de pronto entraron en pánico. Más de ocho mil fieles fueron víctimas de una psicosis colectiva por culpa de un grupo de pandilleros.

El hecho, que ocurrió en Ica, se inició cuando uno de los fieles informó que en el parque cercano a donde estaban congregados dos pandillas de jóvenes se enfrentaban con palos y piedras.

Esta versión alarmó a los pobladores, quienes empezaron a correr de un lado para otro, tratando de protegerse de una posible agresión. Por su parte, los miembros de la hermandad del patrón de Luren decidieron guardar la imagen y cancelar el recorrido por temor a que sus joyas sean robadas.

Tras varios minutos de terror, la Policía aclaró que no había peligro alguno y pidió reanudar el evento religioso. Esto se hizo después de una hora.