Dos sujetos intercambiaron puñetes por amor de una enfermera. Y es que ambos tenían un vínculo sentimental con la fémina en cuestión: uno era esposo y el otro amante.

Sorprendentemente la enfermera en vez de ayudar a su presunto esposo se fue de la mano con el doctor y detrás de ellos los perseguía el administrador que gritaba el nombre de su mujer.

Nadie sabe en que acabó la historia, solo que el administrador se llevó la peor parte, porque terminó golpeado y sin mujer.