“He vuelto a nacer…sí he vuelto a nacer”, expresó el minero Jesús Jacatinta Rayme tras ser liberado del infierno que significó para su vida los siete días que pasó en lo profundo de la mina Cabeza de Negro en Ica.

Confesó también haber llorado pensando que nunca iba a ser rescatado, una posibilidad que lo aterraba en los primeros días del involuntario encierro.

“Fueron lagrimas de sentimiento, creí en un momento que nunca iba a salir”, manifestó mientras miraba al cielo, como si le estuviera dando las gracias a Dios, en silencio.

Jesús Jacatinta dijo que durante los siete días que estuvo atrapado en las entrañas de la mina pensaba mucho en su familia y en los recuerdos que su memoria había almacenado sobre sus seres queridos, como un flasback de amor.

“Ahora sólo quiero abrazarlos…”, refiere, mientras ensaya una sonrisa que no logra disimular el drama que vivió este hombre.

A pesar de sus temores, dijo, trataba de mantener la alegría en el grupo para no caer en el desanimo ni la depresión. Agradeció al presidente Ollanta Humala y a las autoridades que colaboraron en su rescate.

Fuente: Andina