El testimonio de los trabajadores liberados fue de alegría por volver sanos y salvo a reunirse con sus familiares, luego de la terrible experiencia que les tocó vivir, y también de gratitud con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

Uno de los trabajadores contó a TV Perú que el momento más dramático de su cautiverio fue cuando se desató la balacera entre la columna narcoterrorista y el helicóptero de las fuerzas del orden, y que costó la vida de la capitana Nancy Flores.

“Fue terrible, todos nos tiramos al suelo, en medio de una lluvia de balas”, afirmó.

Otro de los rehenes contó que una noche, luego de caminar cinco horas, por fin llegaron a un descampado a descansar.

Los sediciosos los obligaron a cubrirse con plásticos negros para tapar sus uniformes fosforescentes de la empresa, y de esa manera los helicópteros no los puedan detectar. “Si te ven, te disparamos”, fue la amenaza.

La mayoría de trabajadores declaraban a las cámaras, pero evitan dar su nombre, por cuestiones de seguridad, pero quien sí lo hizo fue César Cubas, quien dijo que estaba muy contento de volver a ver a sus familiares, y agradecía a Dios por haber regresado con vida, y a las fuerzas del orden, por haber posibilitado su libertad.

Fuente: Andina