Los gritos de auxilio de Erika Soria Molina es los último que recuerdan sus compañeros de tripulación varios días después del naufragio del crucero Costa Concordia en mar italiano.

Armando Vera, sobreviviente del naufragio, relató a Domingo al día, que en el momento del accidente se vieron obligados a saltar y si bien en su caso llegó inicialmente a salvaguardarse en una lancha, Erika seguía en el mar.

“Doy la vuelta y veo a Erika hundiéndose prácticamente, pero tenía el chaleco. No avanzaba ni retrocedía. Estaba en pánico. Como no podía moverse he bajado medio de cuerpo de la lancha y la he alcanzado y la he jalado dentro de la lancha”, relató.

Sin embargo, la pequeña embarcación no soportó el peso o resultó afectada por algún resto del Costa Condorida y se hundió.

Por su parte, Jazmín Torres estaba en la misma lancha que se hundía y por eso también saltó. Después solo recuerda los gritos de Erika pidiendo ayuda hasta que la perdió de vista.