Plasmar la imagen de la Piedra de Saywite en una pequeña moneda de S/. 1.00 no es un trabajo nada fácil. Es algo que requiere de mucha paciencia y dedicación, según contó Felipe Escalante, el especialista de escultura en piedra, granito y madera que se encargó del diseño de la moneda.

Este especialista se demoró casi mes y medio para desarrollar el boceto y el diseño de este trabajo. “Aún con la práctica que uno tiene, no es fácil”, comentó a Perú.com.

Felipe Escalante también participó en el diseño de las monedas alusivas a Machu Picchu, Estela de Raimondi, Tumi de Oro y a los Sarcófagos de Karajía. Todas ellas pertenecen a la colección de la serie numismática “Riqueza y Orgullo del Perú”.

Reveló que para plasmar la figura en la moneda utilizó estecas (herramientas que usan los escultores para realizar sus trabajos) de diversos tamaños. “Fue un trabajo realmente estresante”, enfatizó.

La Piedra de Saywite es un gran bloque de granito de más o menos once metros de circunferencia, cuatro de diámetro y casi dos y medio de alto, ornamentado en su mitad superior con una serie de complejas figuras. Se encuentra en Abancay, dentro del complejo de Saywite, construido en el siglo XV o poco antes.

En el adoratorio de este complejo, la Piedra de Saywite destaca como una gran fuente labrada en piedra, con imágenes esculpidas de la tierra y sus habitantes: Seres humanos y animales, entre los que se aprecian pumas, serpientes, sapos y monos. Además, la fuente incluye terrazas agrícolas y canales de riego con tazas a modo de pozas, desde donde se desprenden flujos de agua que discurren por todo el mundo.

Esas características tuvieron que ser plasmadas en la nueva moneda de un sol, que sería la octava de la serie “Riqueza y Orgullo del Perú”. “Por los diferentes planos que tiene, que son como 4 o 5, es muy difícil falsificarlas”, puntualizó.

Texto: Gustavo Muñoz (@Gustavo_MP)