En el ojo de la tormenta se encuentran los grupos de ronderos urbanos y campesinos de la ciudad de Cajamarca, luego de que Natividad Herrera, una víctima y presunta ladrona castigada, los denunciara por maltrato.

Ella indicó que la ronda de su sector la secuestró junto a su esposo por 15 días. “Fuimos obligados a realizar diferentes ejercicios, dijeron que robamos herramientas de cultivo a nuestros vecinos”, declaró a la prensa.

Pese a esta denuncia pública, los ronderos siguen haciendo justicia con sus propias manos. Ellos capturaron a dos hermanos, que se dedicaban al robo de autopartes en el centro de la ciudad.

Manuel y Santos Castro fueron obligados a pasar el temible callejón oscuro y luego realizaron múltiples múltiples ejercicios físicos.