El grupo de pobladores espero a los delincuentes en las afueras de la comisaría. Mujeres y hombres los persiguieron por las calles.

Uno de ellos se escondió en un establecimiento comercial e intentó defenderse usando su correa, lo que enardeció aun más a los ronderos que lo castigaron.

Se trataría de una banda de carteristas que llegaron de la costa, aparentemente para delinquir durante las fiestas de carnaval, informó América Noticias.

Por otro lado, en otro sector detuvieron a un profesor acusado de infidelidad. Las mujeres los castigaron y el docente prometió no volver a cometer adulterio.