Un profesor hizo arrodillar a un alumno de secundaria del colegio San Juan de Chota, en Cajamarca, no solo para reprenderlo, sino para golpearlo por haberse escapado del aula.

Además, el docente pide a cinco compañeros del adolescente para que le tiren varios cocachos en la cabeza. Incluso, los insta a que golpeen al menor lo más fuerte posible.

Castillo hace que el menor junte sus manos como si fuera a rezar y le hace prometer que no volverá a faltar a clases, según 24 Horas.