El colmo. Dos policías en aparente estado de ebriedad chocaron su vehículo y armaron un tremendo escándalo cuando sus compañeros trataron de intervenirlos.

Los agentes, no identificados, se resistieron en todo momento al arresto, negaron estar ebrios y denunciaron haber sido víctimas de robo por parte de los serenos que acudieron a socorrerlos tras el impacto.

Sin embargo, los testigos del hecho negaron estas versiones y señalaron que fueron ellos los que atacaron con piedras a los agentes municipales.

Tras el hecho, la institución indicó que los suboficiales serán sancionados.