La Segunda Sala Penal Liquidadora archivó el juicio por el presunto soborno a testigos del caso Madre Mía que en el 2006 habían acusado a Ollanta Humala de ser el capitán ‘Carlos’ y de haber cometido torturas y desapariciones en la base de Madre Mía (Tingo María), en 1992, cuando el actual presidente de la República era militar en actividad.

Los implicados en este proceso son Amílcar Gómez Amasifuén, amigo de Humala, Robinson Gómez Reátegui, acusados por el delito de cohecho activo, y Jorge Ávila Rivera como cómplice primario.

Luego de acusar a Humala en 2006 por el asesinato de su hermana y de su cuñado en dicha base militar, Ávila se retractó y frustró el proceso judicial iniciado a raíz de una denuncia de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. De acuerdo con la denuncia, Ávila recibió US$4 mil para que cambiara la versión inicial.

La sala que vio el caso, presidida por Aldo Figueroa e integrada por Vilma Buitrón y Cecilia Polack, señaló que, pese a haberse corroborado que Gómez Reátegui le ofreció dinero a Teresa Ávila (hermana de Jorge Ávila), este hecho carece de importancia porque el acusado de soborno no tiene las condiciones para realizar el pago.

Asimismo, señala que se probó que Jorge Ávila no redactó la declaración jurada donde se desdice de su acusación contra el mandatario, pero, agrega, que no se sabe quién la redactó. Esto, a criterio de los jueces, tampoco es relevante.

Tampoco se tomó en cuenta el video que difundió Perú.21 el 27 de mayo último, en el que se observa a Amílcar Gómez Amasifuén en momentos en que le entrega un fajo de billetes al hijo de Ávila Rivera. La sala alegó que este material recién se está investigando.