El 20 de julio del 2010, día del atentado que sufrió Ezequiel Nolasco en su propia casa, donde murió su hijastro, ocurrieron hechos que no habrían sido tomados en cuenta. Alguien habría tratado de borrar evidencias antes de que llegue el fiscal.

En el 2010, alguien dio la orden de aniquilar al exconsejero regional Ezequiel Nolasco y la planificación fue encargada a Jaime Sánchez Cachay, conocido como ‘Piolín’, y Rubén Moreno Olivo, alias ‘Golo’.

El crimen costaría 100 mil soles aproximadamente. Fue entonces que para consumar el hecho reclutaron a Alexis Reyes Camol (‘Loco alegre’), a Edison Torres Corso (‘Chilipino’), a Gonzalo Moreno Olivo, hermano de ‘Golo’, además de Arnaldo Minola, alias ‘Nail’, Alberto Palacios Flores y Segundo Villegas Cordinola.

El fiscal Javier Melgarejo se entera de detalles relevantes para su investigación recién cuatro días después del atentado. Lo que resulta sospechoso es por qué la Policía no comunicó estos hechos al fiscal y por qué tampoco informó que ya sabía quiénes habían intentado matar a Nolasco aquella vez.

Lo concreto es que de los ocho involucrados a la fecha, sólo Edison Torres Corso, alias ‘Chilipino’, quien se encargó de conducir la moto en el que huyeron los sicarios, ha sido sentenciado.

Uno de los implicados es el señor ‘Piolín’, quien es el que coordinaba todo lo que tenía que ver con los cupos de trabajo y la protección de los empresarios en la realización de las obras.

Asimismo, Panorama presentó una importante fotografía. Según Juan Calderón, opositor del presidente regional de Áncash, el hombre que aparece en la imagen es Jaime Sánchez Cachay, quien según las investigaciones de la Fiscalía, habría sido uno de los que planificaron junto con ‘Golo’ el crimen de Nolasco en el 2010.

Además, en tales fotografías se aprecia a ‘Piolín’ junto a un grupo de construcción civil en una obra del gobierno regional de Áncash del año 2009. Eso significa que Sánchez Cachay habría tenido presencia en el gobierno regional antes del primer atentado contra Nolasco.