Las investigaciones determinaron que ambos fallecieron por un edema pulmonar y no por el producto de la empresa Forever Living. Sin embargo aún se desconoce qué pudo ocasionarlo.

Los hermanos fueron encontrados sin vida por su madre, Zulema Quinto, en su casa de Santa Clara. La mujer dijo a la policía que antes de dormir les dio de beber una dosis del jarabe de Aloe Vera.

La familia creyó que la cuñada, Flor Herrera, quien entregó el jarabe, quería matar a los niños, sin embargo con el resultado del peritaje la hipótesis del envenenamiento quedaría descartada.