Según informó RPP Noticias, la intervención de este sujeto se produjo este jueves cuando caminaba tranquilamente por el Centro de Lima, dos días después de perpetrado el crimen.

Marroquí fue conducido a la sede de la Dirección de Investigación Criminal (DIRINCRI), donde se le tomaron sus generales de ley. Era buscado por agentes de la División de Homicidios.

Tras ello, el filicida fue llevado a la vivienda donde ocurrió el crimen, en el jirón Huascarán 1480, para la inspección ocular. Allí fue agredido por familiares de la víctima, quienes le gritaron “asesino” y otras frases de grueso calibre.

Como se recuerda, al ver lo que había hecho, Marroquín llamó a su tío Rubén Alberto para que lo ayude a salvar al menor de iniciales A. A. F. (4). Nada pudieron hacer por el niño. Tras ello, el homicida huyó de la escena del crimen.