Las caídas de agua y los aniegos que esta semana se formaron sobre el túnel en la construcción de la obra Vía Parque Rímac no son filtraciones sino drenajes previstos en el sistema de seguridad, según informó el gerente general de Lamsac, empresa brasileña encargada de ejecutar este proyecto, André Bianchi.

“El exceso de agua es drenado y luego bombeado de nuevo al canal. No hay motivo para la alarma, la obra sigue avanzando y vamos a seguir trabajando hasta el 31 de diciembre. Ahí paramos por tres meses en la parte baja del río y empezamos a trabajar en los accesos y en los viaductos”, explicó el funcionario.

Bianchi detalló que el muro de contención que divide el río Rímac del túnel lleva anclajes de 14 metros de acero perforados como columnas. “Hay una serie de estos para proteger la estructura y el túnel queda como encapsulado”, agregó.

Respecto de los grandes charcos que se formaron este jueves al pie del muro, Bianchi indicó que se trató de una acumulación de agua no bombeada entre el 24 y el 25 de diciembre, pues “el proveedor no estuvo en la obra”. “Esto no impacta ni el cronograma ni la seguridad que es lo más importante”, manifestó.