En lo que va de la temporada de verano, 528 personas salvaron de morir en el mar de y al haber sido rescatadas por la Policía de Salvataje, mientras que otras 10 se ahogaron, informó el jefe de esta unidad policial, Aldo Chang.

Explicó que la principal causa de ahogamiento es la imprudencia, pues muchos de los rescatados habían ingresado al mar después de ingerir alcohol o de haber comido, o intentaban realizar demostraciones físicas de natación que están más allá de sus capacidades.

“También está el hecho de los retos entre los jóvenes, porque el 80 por ciento de las víctimas rescatadas son varones jóvenes”, anotó en diálogo con la Agencia Andina.

De los diez bañistas fallecidos, seis perecieron en playas donde la Policía tiene cobertura con salvavidas, mientras que los cuatro restantes murieron en playas que no tiene salvavidas.

Mencionó por ejemplo el caso de las dos hermanas de nacionalidad chilena, Antonia y María José Falcone, de 23 y 34 años respectivamente, quienes fallecieron en la playa Chocalla, en el kilómetro 92 de la Panamericana Sur.

“Esa playa no tiene cobertura porque su acceso es bien restringido y para que ingrese cualquier ciudadano, hay una distancia de más o menos 3 a 4 kilómetros”, explicó.

Sostuvo que la Policía de Salvataje tiene una mayor presencia en playas con fácil acceso al público y con una mayor cantidad de bañistas.

Recordó que hay 550 efectivos de la Policía de Salvataje resguardando desde el 18 de diciembre último las diferentes playas ubicadas entre Cerro Azul (al sur) y Huacho (al norte).

Dijo además que en la primera quincena de enero el mar se ha mostrado engañoso por el hecho de que el agua está más cálida a consecuencia del Fenómeno El Niño. “Entonces las personas permanecen más tiempo en el agua, se confían e ingresan más adentro”.

En otro momento, Chang anunció que la Policía de Salvataje reforzará este fin de semana la vigilancia en la playas Agua Dulce, San Pedro, Puerto Viejo y Cerro Azul, donde se presentan más emergencias.

El oficial instó a los veraneantes a acatar las disposiciones de los salvavidas y tener en cuenta que todas las playas tienen características diferentes en su geología y en las corrientes marinas, y que no son percibidos a simple vista.