La ceremonia de recepción se realizó en la Escuela Naval del Callao, ubicada en La Punta, Callao. El destino de la embarcación se definirá en los próximos meses.

Tras ser usado en la fuga de Montesinos, el velero terminó en Ecuador, donde se le cambió de nombre y de matrícula para evitar su reconocimiento y devolución al Perú.

No obstante, luego de un paciente trabajo y de los trámites respectivos, la embarcación fue ubicada y devuelta al Perú por las autoridades ecuatorianas.

Se ha planteado la posibilidad de que este velero sea transformado en un “museo de la corrupción” con la finalidad de contribuir a que la población tome consciencia de la importancia de luchar contra este flagelo.