Se escuchó una explosión y después trece balazos que impactaron en la fachada y hasta en la sala de esta casa, propiedad de una pareja de ancianos de la zona de La Huayrona, en San Juan de Lurigancho.

Bartolo Porras Lam (62) ya se había levantado y preparaba a su esposa enferma e invidente para llevarla a un hospital y le practiquen la diálisis cuando sintió la detonación.

Don Bartolo no tiene problemas con nadie. Es muy querido en el barrio. Por eso no entiende por qué le hicieron eso.

Vive en la primera planta con su esposa y en el segundo piso están sus inquilinos y dos de sus tres hijos.

La Policía sigue la pista. El yerno de don Bartolo tendría problemas con la justicia.

El caso está en manos de la policía especializada, mientras que los asesinos amenazan con no fallar la próxima vez, en venganza por una presunta delación del yerno de don Bartolo.