La ciudadana española Sandra Perea Rodríguez había desatado numerosos escándalos públicos en medio del desenfreno provocado por el exceso de alcohol.

Cada vez que era intervenida por los agentes de la Policía se convertía en el centro de atención por su resistencia a la autoridad.

Perea Rodríguez reapareció irreconocible. Tranquila y sobria y con una botella de agua en la mano dejó el país acompañada de su padre Manuel Perea Vela y estuvo escoltada por los agentes de la División de Extranjería de Seguridad del Estado, quienes se mantuvieron atentos a todos sus movimientos.

Una resolución de la Superintendencia Nacional de Migraciones fechada el 16 de setiembre, indica que la ciudadana española fue sancionada con la salida obligatoria del país con impedimento de ingreso. Y esto debido a que solo tenía autorización para permanecer en el Perú durante 90 días.