Parecía que en cualquier momento se desbarrancaría, ocasionando daños mayores. Se temía que dentro del vehículo se encontrasen las personas que intentaron robarlo.

Una de las fajas que sujetaba el camión para remolcarlo se rompió y se temió lo peor.

Los bomberos realizaron denodados esfuerzos para estabilizarlo, pero fue recién después de dos horas que el cuerpo de bomberos de Magdalena y San Isidro lograron poner en tierra firme al camioncito de Montoya.

Tuvieron que utilizar una máquina adicional que ingresara hasta la alameda y añadirle una cadena a la faja que ya lo sujetaba.

El dueño del vehículo señaló el robo como móvil, pero no descartó que hayan intentado desbarrancarlo a propósito.