San Isidro, esquina de la calle 32 con la calle 26. Dos de la tarde. Una cámara de seguridad de la municipalidad local se topó con una escena rara.

De acuerdo a imágenes presentadas por el programa ‘Punto Final’, el auto azul del ciudadano Alejandro Calle está estacionado frente a su casa. A su lado, se aprecia un patrullero de la división de emergencias de Surquillo.

Del patrullero salen dos policías que empiezan a observar el vehículo. Tres minutos después, los policías ingresan al patrullero y con las puertas abiertas esperan por varios minutos, extrañamente, sin hacer nada, como si aguardaran a que el dueño del auto apareciese o que algún miembro de la casa cercana se preocupara de qué está pasando ahí.

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Luego, la cámara muestra el vidrio trasero ya roto y a uno de los efectivos metiendo la mano por el agujero para abrir la puerta. En la otra mano, el efectivo tiene una llave de tuercas. El nombre del policía es David Fernández y hasta hoy ejerce como oficial de segunda en la dependencia de Surquillo. Este agente está acompañado por Nelson Cadillo Bautista, un suboficial de tercera.

Posteriormente, unos sujetos aparecen y empujan el auto, llevándoselo, mientras que el patrullero les escolta en evidente complicidad.

Alejandro Calle denunció el hecho y el general PNP Jorge Flores Goicochea reconoció que existe una serie de irregularidades y que garantizará que a los policías involucrados en el suceso se les aplique todo el peso de la ley.