A menos de una semana para que se venza el plazo de la investigación por la muerte del universitario Ciro Castillo, la fiscal María del Rosario Lozada Sotomayor no tendría pruebas sólidas para probar que hubo un crimen en el cerro Bomboya.

Según el diario ‘Perú.21’, en el expediente, que consta de más de seis mil folios, la fiscal encontró no más de 10 indicios que solo invitaron a la sospecha de que la muerte de Ciro, al caer de un barranco el 5 de abril de 2011, no fue un simple accidente.

Entre algunos de los indicios que halló la magistrada está la duda que genera la supervivencia de Rosario Ponce sola en medio del Bomboya y con temperaturas extremas, hasta que fue hallada el 13 de abril del año pasado por los rescatistas de la Unidad de Salvamento de Alta Montaña y los Bomberos Unidos Sin Fronteras.

Otra sospecha es el hecho de haber encontrado el cadáver de Ciro solo con las prendas que llevaba puestas, es decir, sin sus pertenencias. Para la fiscal, estos y otros indicios no son lo suficientemente sólidos como para formalizar la acusación contra la joven.

Se supo que ante la inexistencia de pruebas materiales que sostengan un homicidio, la fiscal tomó el camino de las pruebas indiciarias que, según el Código Penal, son determinantes cuando hay varios indicios que confluyen en una motivación del supuesto homicidio, pero también sigue siendo débil.

Este 4 de setiembre se vence el plazo de la investigación, pero la fiscal se tomará entre 15 y 30 días más para emitir un informe final. Los policías de la USAM que estuvieron involucrados en las tareas de búsqueda y rescate de Ciro Castillo terminarían en Inspectoría de la PNP.

Ellos serían acusados por el Ministerio Público por la serie de irregularidades cometidas en los procedimientos, los mismos que entorpecieron las investigaciones.