Las instalaciones del Hotel Ariosto en Miraflores fueron el escenario de una simpática y extraña cena de gala en honor a Gastón Soto Vallenas, flamante presidente del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM). Una comilona de ‘gente bien’ que no tendría nada de especial si no fuera porque entre los organizadores e invitados existían varios procesados por la justicia peruana.

Por coincidencia, dos ‘refinadas’ damas de oscuros pasados eran parte del comité de bienvenida del agasajado, dos mujeres que enfrentan denuncias que se resolverán en un futuro cercano y que fueron las anfitrionas del principal funcionario público encargado del nombramiento de los magistrados, tanto jueces como fiscales, que podrían resolver sus procesos judiciales.

El CNM es un órgano constitucional autónomo encargado del nombramiento de los jueces y fiscales en todo el país (selecciona, evalúa y designa). En las últimas dos décadas, uno de los grandes problemas relacionados con la administración de justicia ha sido la injerencia externa en los nombramientos de estos magistrados sin importar el desmedro de la independencia del Poder Judicial y el Ministerio Público. Razón más que suficiente para que el titular de esta institución tenga un mínimo cuidado al reunirse con personajes vinculados a conocidas mafias que despilfarraron y se beneficiaron del dinero de todos los peruanos y, sobre todo, que han provocado la muerte y el sufrimiento de inocentes peruanos.

Otra de las personas que estuvo presente en la comilona es la célebre Jacqueline Beltrán, exnovia del alguna vez asesor del Servicio de Inteligencia Nacional Vladimiro Montesinos.

También se encuentra en la imagen Marco Antonio Arrunátegui, excandidato presidencial por el partido Proyecto País, quien también es investigado por el delito de lavado de activos en tres de sus empresas.

Fuente: Diario 16