Durante el 2011, Perú registró 8,929 accidentes de tránsito a causa del consumo de alcohol, según cifras publicadas por el Ministerio de Salud (Minsa), que refiere que el número de muertes por siniestros viales en el país es uno de los más altos en América Latina.

Entre julio y diciembre de ese año, 566 conductores en el Cercado de Lima fueron detectados con alcohol en su sangre, de los cuales, el 6% presentó estado de ebriedad por encima de un gramo por litro de sangre, y un 94% por debajo de medio gramo por litro de sangre.

Y es que después de haber ingerido alcohol, el riesgo de verse involucrado en un accidente de tránsito para el conductor aumenta de forma considerable, sobre todo cuando la alcoholemia pasa de los 0.5 gramos por litro de sangre.

“Con medio gramo, se duplica; con un gramo y medio, aumenta a 25 veces; y con 2 gramos de alcohol por litro de sangre, se puede llegar hasta 60 veces más el riesgo de accidente”, informó Bernardo Ostos, director de Promoción de la Salud del Minsa.

Un conductor que presenta una tasa de alcoholemia entre 0.5 a 1.5 gramos de alcohol por litro de sangre experimenta excitación y sobreestimación sensorial de las propias capacidades. Es así que *disminuye su capacidad para reaccionar*ante un peligro inesperado y reduce su agudeza visual.