El informe sobre esclavitud moderna, desarrollada y publicada esta semana por la Fundación Walk Free, revela que el se ubica en el tercer lugar a nivel de las Américas, con más de 200 mil personas entre mujeres y niños principalmente que son víctima de este flagelo.

Los países que anteceden al Perú son México con 376,800 esclavos seguido por Colombia con 308,200 víctimas de esclavitud moderna.

Se calcula que un total de 45,8 millones de hombres, mujeres y niños en el mundo están atrapados por la esclavitud moderna en sus distintas formas, es decir un 28% más de lo que se estimaba. Estas personas son esclavizadas para el tráfico de personas, trabajo forzado, la servidumbre por deudas, el matrimonio forzado o servil, o la explotación comercial sexual.

Así lo dio a conocer el Índice Global de Esclavitud de 2016. Haití y la República Dominicana poseen el mayor predominio en la región, con un 0,995% de su población viviendo en esclavitud moderna. Perú posee un 0,639%. México, un 0,297% y Brasil aparece con un 0,078%.

Los países americanos que poseen los menores predominios son Canadá (0,018%, 6.500), Estados Unidos (0,018%, 57.700), Brasil (0,078%, 161.100), en ese orden, aunque en términos absolutos, Brasil y USA siguen mostrando cifras absolutas significativas, en términos de la cantidad total de individuos cautivos en la esclavitud moderna.

En las Américas, la esclavitud moderna afecta a hombres, mujeres y niños, y en general se traduce en trabajo forzado, explotación comercial sexual y, en menor grado, mendicidad forzada. El trabajo forzado afecta principalmente a las mujeres en las industrias agrícola, minera, constructora y doméstica, sobre todo en América Central y del Norte, y en el Caribe.

El trabajo forzado es un problema predominante entre los grupos indígenas de Perú, Bolivia y Colombia. Esas encarnaciones de la esclavitud moderna predominan en las industrias con gran intensidad de mano de obra no calificada, incluyendo la agricultura, la confección de ropa, la construcción y la minería.

Los hombres jóvenes son los más susceptibles de ser sometidos a trabajos forzados. Mientras que mujeres y niños de Sudamérica a la explotación comercial sexual (CSE en inglés).

TAGS RELACIONADOS