Ellos manifestaron que no se hallaron indicios que refuercen la versión del colombiano Alejandro Trujillo Ospina, quien sostuvo que escaló por la parte posterior de la casa de la empresaria e ingresó por la ventana del baño para robar.

Asimismo, detallaron que en el piso del inmueble se hallaron pedazos de uñas acrílicas, lo que demostraría que hubo un forcejeo entre la víctima y su agresor.

Además, se hallaron dos cuchillos en el cuarto contiguo al de Myriam Fefer, los cuales no fueron usados para perpetrar el crimen. También se hallaron manchas de sangre en uno de los cajones del velador de la empresaria y no hubo signos de rebusque.

Los expertos precisaron que la escena del crimen fue alterada, pues incluso uno de los hijos de Fefer volteó el cadáver y colocó una almohada debajo de la cabeza de la fallecida empresaria.