Lo primero que el asesino Jaquey Ríos contó ante el fiscal fue que nunca conoció a la víctima hasta la misma madrugada del 13 de mayo, cuando ambos, su hermano Almiber y el mozo Pedro Pascual Salluca llegaron a la habitación donde dormían con una botella de pisco en la mano.

Jaquey no quiso tomar con ellos, y una hora y media más tarde empezaron a discutir, cuando se escuchó un fuerte ruido por la caída de una tabla de la cama. Era Salluca agarrándose el cuello lleno de sangre.

Almiber le preguntó a su hermano qué estaba haciendo y este le amenazó con un cuchillo si contaba algo. Incluso le dijo que tenía sicarios en Lima y Pichanaqui.

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Luego, llevaron juntos el cuerpo a la ducha del baño, donde Almiber se encerró casi dos horas. En esos momentos se produciría el descuartizamiento. Dijo además, que nunca pudo salir, pues la habitación estaba cerrada con llave.

Almiber dejó correr el agua durante horas y usó para el crimen una piedra para chancar ajos, una botella de lejía, un cuchillo de mano y un ambientador.

Ya por la noche, los restos fueron colocados en tres bolsas. Almiber fue a la Carretera Central a dejar las bolsas.

La razón de la discusión, según su declaración, es que Pedro Pascual se preguntaba por qué siendo el más antiguo, no le habían colocado de encargado de la pollería, puesto que sí le dieron a Almiber, informó ‘América Noticias’.

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