La explosión de una granada de guerra ocasionó grandes destrozos en el puesto número 51 del mercado Angélica Gamarra, en el distrito de Los Olivos.

Prudencia Silva, la dueña del puesto afectado, aseguró que hasta el momento no ha recibido amenazas de muerte, por lo que no se explica el ataque.

La detonación ocasionó agujeros en las paredes, daños en el techo de calamina y lunas rotas. Solo un miembro de seguridad se encontraba en el momento del ataque y alertó a la Policía Nacional sobre el hecho.

“El enrocado no tiene problemas con nadie, estamos tranquilos”, aseguró Felipe León, encargado del centro de abastos.

Sin embargo, Prudencia Silva asegura que hace seis años halló una granada de guerra en el techo de su casa y hace cuatro delincuentes secuestraron a su nieto que finalmente fue rescatado por la Policía.

Las investigaciones están en la Dirincri de Los Olivos. Los comerciantes del lugar piden que se investigue el origen del ataque que pudo haber dejado víctimas.